(Torradas, en gallego; rebanadas, en portugués)
Golosina de la cocina pobre, que muestran el milagro de ternura que trasmuta pan seco en delicia. ¡Respeto para las torrijas, abajo el pan Bimbo!
Cortamos la barra de pan seco en rebanadas de dos centímetros aproximadamente.
Calentamos ¾ de litro de vino tinto gallego con un par de cucharadas sopera de azúcar y canela. Llevamos a hervir.
Pasamos el pan por el vino de forma que se empape bien pero sin ablandar demasiado.
Pasamos por huevo batido y freímos en aceite de girasol.
Retiramos y dejamos escurrir sobre papel absorbente.
Preparamos una mezcla de azúcar con canela y rebozamos cada torrija en este preparado.
Las vamos apilando en una fuente y servimos ya frías.
Calentamos ¾ de litro de vino tinto gallego con un par de cucharadas sopera de azúcar y canela. Llevamos a hervir.
Pasamos el pan por el vino de forma que se empape bien pero sin ablandar demasiado.
Pasamos por huevo batido y freímos en aceite de girasol.
Retiramos y dejamos escurrir sobre papel absorbente.
Preparamos una mezcla de azúcar con canela y rebozamos cada torrija en este preparado.
Las vamos apilando en una fuente y servimos ya frías.
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