Partimos o polo e dourámolo en aceite perfumado con allo.
Dna. Carmen Blanco Veiga
Troceamos el pollo y lo doramos en la cazuela con aceite donde habremos frito y retirado un diente de ajo. Reservamos.
Entre tanto habremos ido machacando en un mortero: una pizca de sal, una rama de perejil, unas hebras de azafrán y un diente de ajo.
Una vez bien pisado, lo diluimos en un chorro de vino blanco. Reservamos.
Regresamos la cazuela al fuego y añadimos al pollo un pimiento verde picado en cubitos y, en su tiempo, un tomate pelado, despepitado y picado en cubos y escurrido para que no acede el guiso.
A continuación vertemos la picada del mortero al guiso.
A penas cubrimos de agua caliente o caldo de pollo ligero.
Cuece muy lentamente tapado durante 30 minutos.
Se añaden entonces las patatas troceadas y cuece todo durante 20 minutos más.
Una vez bien pisado, lo diluimos en un chorro de vino blanco. Reservamos.
Regresamos la cazuela al fuego y añadimos al pollo un pimiento verde picado en cubitos y, en su tiempo, un tomate pelado, despepitado y picado en cubos y escurrido para que no acede el guiso.
A continuación vertemos la picada del mortero al guiso.
A penas cubrimos de agua caliente o caldo de pollo ligero.
Cuece muy lentamente tapado durante 30 minutos.
Se añaden entonces las patatas troceadas y cuece todo durante 20 minutos más.
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