miércoles, 31 de octubre de 2018

Bocadillo de manzana rallada con mantequilla de cacahuete


Preparas dos rebanadas de buen pan integral preferentemente de molde untándolas con generosa capa de  mantequilla de cacahuete.
Ralla una manzana tirando a ácida y le añades la cantidad de pasas que te apetezca.

La mezcla la depositas sobre una o ambas  rebanadas y cierras el asunto.
A comer.
Dificultad: no mancharse con la mantequilla  de cacahuete o rasparse con el rallador.

lunes, 29 de octubre de 2018

Huevos con chistorra y repollo




Echas mano de repollo cocido y escurrido que descansa en la nevera precisamente para prestar servicio en situaciones como la que se  presenta. Para cada uno, no te cortes, y sirve unos 150gr.

En sartén de hierro pon un aire de aceite de oliva, echa la chistorra a trozos y deja que se haga hasta que dore. Sin retirarla, saltea el repollo trinchado añadiéndole un aire de pimenta negra.  Lleva el repollo a la fuente de servicio previamente calentada y reserva el embutido al calor.
Date prisa en echar tres huevos por barba (escoge huevos de gallinas de buena reputación que disfruten de largos paseos en corral y se pasen el díaa escarbando al aire libre)  a la misma sartén que usarás ahora como plancha y déjalos que cuajen ahogándolos con una tapa de cacerola que ajuste.
Llévalos a descansar sobre el repollo y coloca la chistorra por encima. 
Emplátalos en la mejor vajilla que tengas y no te olvides de usar una buena cubertería. Disfruta y haz disfrutar del servicio de mesa.  Sobre todo si tienes niños, enséñales a comer y a apreciar el saber estar a la mesa.
Dale que esto está buenísimo…


sábado, 27 de octubre de 2018

Quinoa con pimientos morrones y morcilla asturiana.



¿2 personas?
Cortas en tiras dos pimientos morrones que no pasen juntos de los 100g. Los reservas.
Lamina un diente de ajo,  sácale la piel a una morcilla asturiana que tenga sobre la mitad del peso que el pimiento y corta en finos lardones 50g de tocino entreverado.
En la “paella” * pon un chorro de aceite de oliva y sofríe: pimiento, ajo, tocino y morcilla. Añade unos 150gr de quinoa previamente lavada, dale unas vueltas con lo que tienes en la “paella” y añade agua bien caliente en triple cantidad que la quinoa. Sala.
Que hierva fuerte los primeros cinco minutos; hasta lo quince, suave y deja reposar cinco minutos más tapando la “paella” con un paño.
Salpica de cebollino y a la mesa…
“paella” *: En catalán vale por “sartén”. La “paellera” sería una señora que hace “paellas”. La denominación del plato que le da nombre al instrumento es “arroz a la paella”)


miércoles, 24 de octubre de 2018

Abadejo al horno




¿Que a tus manos vino un abadejo fresquísimo…? Bien. Aquí tienes una manera de presentarlo sin despeinarte.
Lo harás al  horno porque es la mejor manera de tratar a este pariente del bacalao.  La frescura será su principal virtud porque anda escurrido de grasa y gelatina,  tirando hacia lo seco y breve.  Al horno se comporta,  pero en otras preparaciones racanea sabor y textura.
Corta en rodajas el bicho – unos 150gr por persona- y sálalo con sal gruesa; reserva.
Pela y haz rodajas de unas cuantas patatas; como una mediana por compiche a la mesa. Reserva. Ataca unos pimientos verdes haciéndolos tiras medianas. Reserva también.  Un par de cebollas para cada cuatro las harás láminas. Esperarán también.


Pon aceite de oliva virgen en una sartén amplia, caliéntalo suave y deja que se vayan sofriendo sin coger color.  Dales la vuelta y echa cebolla y pimiento. Continúa el cocimiento habiendo añadido dos dedos de vino blanco caliente donde has infusionado unas cuantas hebras de azafrán. Todo a las patatas. Bajas el fuego, tapas y espera que todo se ablande sin estridencias de color.
Ahora enciende el horno para que se vaya calentando; unos 175ºC está bien.
La patatas marcan el ritmo, en cuanto estén blandas, unos quince minutos, habrás acabado esta parte de la preparación.
Lo que estaba en la sartén tienes que llevarlo a la base de la bandeja de horno y salarlo convenientemente. Encima pon el pescado y embadúrnalo de AOVE utilizando un hisopo de romero. Pon un tanto de perejil picado grueso a su aire.
Déjalo en el horno unos 15 ó 20 minutos, no más que se secaría y pasaría a insípido. El abadejo tiene malas pulgas para la cocción…
Controla como va quedando. Retira de la estufa y déjalo reposar diez minutos para llevarlo a la mesa.
Esta preparación funciona con cualquier pescado. Te animo a probar con merluza.



lunes, 22 de octubre de 2018

Ensalada de sandía y "bacon"


Laminas, muy fina, la cantidad de cebolla que te apetezca y la obligas a perder el bravío dejándola sumergida en agua con unas gotas de vinagre durante diez minutos.
Continúas con la preparación y, pasados, escurres y reservas.
Si no lo tienes tostado, tuestas un puñadito de sésamo : a la sartén caliente y movimiento continuo. Si paras, se quema. Torrado, reservas.
Pones una sartén al fuego con un chorro de aceite de oliva y echas a churruscar unas cuantas tiras de “bacon” o tocineta de la mejor calidad cortada en lardones finos.
Te preocupas de ir drenándole la grasa que suelten para que,  con calma,  se vaya quedando crujiente.
Mientras tanto cortas la sandía que apetezcas en cubos de un tamaño razonable: ni muy grandes ni muy pequeños (a veces, me besaría por lo preciso que soy…).
Los pasas a la ensaladera que será la mejor y más bonita que tengas, por aquello de disfrutar la vajilla como parte fundamental del placer de comer.
No desatiendas los lardones. Torrados y crujientes, les escurres la grasa y los reservas.
Picas abundantes cebollino y albahaca.
Aliñas incorporándole a la sandía por este orden: sal, AOVE, la cebolla escurrida y las hierbas picadas. Remueves y añades la panceta y el sésamo. Dejas reposar diez minutos y sirves.
La sandía soltará mucha agua: Escúrrela de la ensaladera antes de llevarla a la mesa; pero no la tires: bébela; es deliciosa.