1 pollo troceado a octavos
2 tomates maduros a gajos
2 Pimientos morrones desprovistos de semillas y cortados en tiras
1 cebolla finamente picada
1 buena loncha de jamón cortada a tiras finas o cubos
2 dientes de ajo.
Aceite de oliva
Sal
Pimienta recien molida
Aceite de oliva
Ponemos el aceite a calentar con los ajos para que tome la sustancia. Los retiramos antes de que se quemen.
Entretanto salpimentamos el pollo. Lo doramos cuidadosamente. Reservamos.
En el mismo aceite y recipiente echamos la cebolla y la vamos dorando también a fuego más bien vivo. Es el momento de añadir el jamón y darle unas vuelta para que empiece a cambiar de color. Sumamos ahora el pimiento que recibe el mismo trato que lo anterior. Sólo queda añadir el tomate.
Vuelve en este momento el pollo al recipiente. Movemos el conjunto para que se impregne bien de los jugos.
Salamos. Tapamos cuidadosamente la cacerola y bajamos el fuego.
Transcurridos unos 50 minutos, el pollo estará cocinado. Sólo nos queda vigilar la cantidad de líquido que tiene el guiso. Debiere tirar más bien a seco. Si no fuera así, subimos el fuego a perol destapado para que se vaya evaporando.
Dejamos reposar y vamos a la mesa.
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