Cordero lechal cortado en octavos
Grasa de cerdo
3 dientes de ajo
Un puñado de perejil
Un vaso de vino blanco
Pimienta
Sal
Aceite de oliva
Hacemos una picada en el mortero con sal, ajo, y perejil.
Añadimos el vino blanco y un buen chorro de aceite.
Con este preparado untamos el cordero que dejaremos reposar de 12 a 24 horas.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Secamos los trozos de cordero bien secos recogiendo los restos del adobo para un recipiente.
Untamos la fuente o placa de horno con grasa de cerdo, poca.
Colocamos el cordero en la placa o fuente e introducimos en el horno.
Mientras tanto añadimos una cucharada de postre de grasa de cerdo al resto del adobo que habíamos recogido. Esta mixtura nos servirá para ir untando el animalito en el horno.
Al cabo de 45 minutos lo untamos con un pincel y transcurrida una hora debería estar dorada. Si lo está le vamos dando vuelta a medida que los trozos vayan tomando color.
Unos asarán antes que otros por cuestión de tamaño; estos hay que retirarlos del horno antes aunque después vuelvan para calentarse.
Al cabo de dos horas de girar y regirar untando, el cordero debería estar dorado y asado.
Esta carne debe reposar tapada durante media hora para que acabe de tomar sabor.
Pasada esta, llevar a la mesa y servir.
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