lunes, 25 de abril de 2016

Cazuela de castañeta (japuta, castanyola…)




Le pedimos a nuestra pescantina que nos prepare el pescado: eviscerado, decapitado y despellejado y que lo filetee en porciones similares a los de la imagen.
Llegado a la cocina picamos tres dientes de ajo y dos ramas de perejil y, en una taza, añadimos un chorro de aceite de oliva, un golpe de pimienta recién molida y un aire de vino blanco. Batimos el conjunto y untamos los filetes con el mejunje. Esperamos que repose un tal estado como mínimo dos horas, pero lo ideal es que se quedase así veinticuatro.
Llegado el momento echamos mano de una cebolla grandecilla y la reducimos a diminutos daditos, a dos dientes de ajo le damos igual trato (esto se llama picar en brunoise) y trinchamos menudo unas ocho ramas de perejil.

Ponemos a pochar la cebolla y el ajo en aceite de oliva. A esto le añadimos todo lo que podamos sacar del adobo del pescado. No dejaremos que este sofrito dore.

A medio camino, cuando la  cebolla blandee, ponemos el perejil. Si la temperatura sube y el contenido de la sartén quiere coger color, no le dejamos: añadimos caldo de pescado, si tenemos, o simplemente agua siempre en pequeña cantidad para no ahogar la mezcla.
Ya pochada la cebolla, ponemos el pescado por encima. Rociamos levemente con vino blanco, salamos tapamos. En unos doce minutos de fuego medio debe de estar cocido. Retiramos del fogón y lo dejamos reposar tapado cinco minutos más.
Llevamos a la  mesa y servimos.

 Caminha (Minho, Portugal)

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