La saboga (“boops salpa”) está en sazón en octubre y noviembre. Es vegetariana, come básicamente lechuga de mar. Tiene unas características líneas amarillas a lo largo del cuerpo. Hay quienes le llaman doradas e incluso quien la compra por tal sin que tenga nada que ver con la verdadera dorada.
Debe consumirse muy fresca pues los restos de algas fermentan en su interior y le dan mal sabor a la carne; esta es la razón de que es poco apreciada gastronomicamente, sin embargo es un pescado blanco que bien condimentado resulta muy agradable a la brasa. No se ve mucho en los mercados de Galicia.
1 Saboga limpia, descamada y eviscerada
Sal
Pimienta
Tomillo
Aceite
Sal
Dientes de ajo
Una guindilla roja seca cortada a aros
Salpimentamos el pescado por dentro y por fuera. Lo rociamos de tomillo y le llenamos la barriga de ramas de la misma planta aromática.
Hacemos las brasas y ponemos la parrilla a calentar sobre ellas para que el pescado no se pegue al hierro.
Entretando picamos los ajos y la guindilla y lo sofreímos suvamente el un 10 cl de aceite de oliva virgen
Ponemos la saboga sobre las brasas y cocemos diez minutos por cada lado vigilando que no se queme.
Retiramos a una fuente y bañamos con el aceite, y los ajos y guindilla frita.
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