400 gr de tripa de bacalao desalada durante 24 horas
200 gr de champiñones limpios, sin tallos y cortados a cuartos
300 gr de hoja de espinacas limpias
1 cebolla bien picada
1 tomate rallado sin piel ni pepitas
1 diente de ajo
Una rama de perejil picado
Media hoja de laurel
Un vaso de vino blanco afrutado y joven (jeje…)
Una pulgarada de canela molida
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Picada; machacamos:
3 almendras tostadas
1 diente de ajo
En una sartén con una cucharada de aceite doramos la cebolla y cuando coge un poco de color, añadimos los champiñones. Salpimentamos y rociamos con vino blanco. Los doramos. Al estar dorados los champiñones añadimos las hojas de espinaca y también las salteamos. Salpimentamos y reservamos.
Hervimos las tripas unos tres minutos. Las escurrimos y cortamos a trozos de unos dos centímetros.
Doramos la cebolla en la sartén. Cuando tome color añadimos tomate, laurel, ajo y el perejil. Dejamos reducir un poco y añadiremos el vino para que continúe la cocción un poco más. Ponemos los trozos de tripa que coceremos durante unos quince minutos a fuego lento.
A este guiso le añadimos los champiñones y las espinacas. Calentamos juntos, ajustamos de sal y a la mesa dando gracias a los dioses.
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