En el fondo de la olla donde vamos a cocer los mejillones gallegos, ponemos la altura de un dedo de líquido: mitad agua, mitad vino blanco seco y unos granos de pimienta negra machacada. Echamos los mejillones, los salamos con sal gruesa y llevamos a fuego vivo con la cazuela tapada.
Muy importante: nada más abrir, retiramos los mejillones y pasamos a retirar una de las concha, los limpiamos de barbas y los reservamos.
Para la vinagreta
Para la vinagreta
Picamos la misma cantidad de cebolla que de pimiento verde y un puñado de perejil. Le añadimos tres partes de aceite de oliva y una parte de vinagre de Jerez. Salamos y ponemos un punto de pimienta.
En cada mejillón ponemos una cucharada de vinagreta y servimos.
En cada mejillón ponemos una cucharada de vinagreta y servimos.
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