miércoles, 3 de septiembre de 2008

Conejo estofado con senderuelas (cama-secs) y vino tinto



No puedo decir que haya resultado bien este plato. La salsa era demasiado fuerte. El error fue añadir el agua de la rehidratación de las setas al guiso, le dio un sabor demasiado pronunciado, sin sutileza. Acortar el tiempo de cocción tampoco hubiera sido mala idea. En la redacción de la receta pono en negrita las inconveniencias.


Para 2 personas

½ Conejo troceado
1 cebolla finamente picada
75 gr de jamón en una loncha gruesa picada en pequeños cubos
Tomillo
Orégano
Pimienta
Sal
1 vaso de Valdepeñas tinto (En su defecto, un vino tinto maduro de nuestro gusto)
1 chorro de coñac

Para preparar un buen puñado de senderuelas
½ guindilla seca en aros
1 diente de ajo fileteado
½ hojas de laurel
4 ramas de perejil picado

Ponemos las setas a hidratar en agua caliente por espacio de una hora aproximadamente. (Reservamos parte del agua de la hidratación.)

Doramos los trozos de conejo en aceite de oliva y reservamos. En ese mismo aceite pochamos la cebolla y cuando va ablandando añadimos los dados de jamón. Continuamos pochando unos tres minutos.
Es el momento de traer a la cazuela el conejo y regarlo con el vino tinto, el coñac y un chorro del agua donde se hidrataron las setas (Ver arriba, a mi juicio este paso fue mi metedura de pata).
Esperamos que hierva y bajamos el fuego tapando la cazuela para que cueza hasta estar bien blando (aprox. una hora y media a fuego muy suave), con una hora hubiera bastado.

Mientras tanto sofreímos el ajo y la guindilla; añadimos las setas, el laurel. Removemos bien y mojamos con un chorrito de vinagre y sazonamos.
Dejamos hervir un rato hasta que el vinagre pierde su fuerza.

Cuando vemos que la carne de conejo está blanda, añadimos las setas y damos un hervor al conjunto para homogenizar sabores.
Es conveniente dejarlo reposar y darle un último calor antes de llevarlo a la mesa.

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