domingo, 17 de febrero de 2019

Pollo al ajilllo



Necesitamos con preferencia muslos, contramuslos y pechugas de pollo cortadas al efecto en trozos  no demasiado grandes. (V. foto).  Para cuatro personas podemos preparar unos seis muslos y dos medias pechugas que salpimentaremos a conciencia.
Es conveniente una sartén o cazuela de fondo grueso.
En ese recipiente ponemos aceite de oliva a calentar y él iremos poniendo las porciones de pollo poco a poco a fin de que queden muy bien doradas. Primero la parte de la pechuga; a seguir, los muslos que tardarán más en dorar.  De cualquier modo es importantísimo que queden bien dorados. A medida que se van dorando vamos retirando la carne a una fuente y la reservamos.
Entretanto picamos dientes de ajo, abundante, una cabeza para la cantidad de pollo de la que estamos tratando. Una vez retirado toda la vianda, doramos el ajo en el aceite de la cazuela, si nos apetece una o dos cayenas y añadimos vino blanco seco o, mejor, vino de Jerez: un chorro generoso. Con el líquido desglasamos, raspamos el fondo del recipiente y dando calor empezamos a ligar la salsa al tiempo que el vino pierde el alcohol.
Volvemos el ave al calderero de cocción y bajamos el fuego dejando que acaben de cocer los muslos y la salsa de concentre. Servimos salseando el plato. 


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