A estas alturas ya tienes el calamar
trincado.
La cocina de este bicho es curiosa: cuanto más fresco, más duro. Para
ablandarlo puedes hacer dos cosas; o le das una cocción cortísima o lo estofas
dejándolo largo rato al fuego. Hoy vamos a por a primera preparación. Rebozado SÓLO en huevo.
Reduce el calamar a aros y sálalos.
La cabeza y sus tentáculos resérvalos para otra preparación.
Bate un huevo de gallina
corralera y pasa los aros por él.
Ten aceite de oliva caliente
échalo a freír, pero, como arrepentido, sácalo inmediatamente. Optamos por la
cocción corta y no los debes dejar en la
grasa caliente más tiempo que el necesario para que la película de huevo se
solidifique.
Asienta los aros de calamar sobre el guacamole y déjale caer cebollino
picado sobre ellos.
Llévalo a la mesa y cómelo mezclando con la crema de aguacate.
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