sábado, 15 de diciembre de 2018

Caldo de ternera y pollo



Esta operación nos dará aproximadamente un litro y medio de caldo que podremos utilizar para preparar arroces, guisos, sopas de distinto tipo o para tomar directamente.
Es casi un caldo de aprovechamiento al viejo estilo de las cocinas clásicas. Digo casi, porque el kilo y medio de costilla de ternera la compré para asar pero acabó en el caldo. Sería cuestión de comprar huesos de ternera y no emplear un corte tan noble.
El resto de ingredientes sí vienen de lo ahorrado…. Al pelar cebollas para sofrito, debemos guardar  congelar las puntas y capas más externas; lo mismo sucede con apio, champiñones, judías verdes, zanahorias, perejil, cebollino, hinojo, ajo, etc.  Al asar un pollo, lo servimos deshuesado y guardamos carcasa y huesos también en el congelador.
Al cabo nos hacemos con una bonita bolsa de verdura aromática y esqueletos congelados. Comprando huesos de ternera lo ponemos todo en el fondo de la olla, cubrimos bien de agua y echamos un buen chorro de vinagre. Salamos y dejamos hervir por espacio de seis horas en olla tradicional a muy baja temperatura o doce en olla lenta también a baja.
Colamos y guardamos. Es buena idea congelar y tener siempre caldos listos para enriquecer distintas preparaciones.


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