Picamos dos dientes de ajo un pimiento verde y cuatro o cinco pequeñas guindillas(*) frescas y sofreímos el conjunto en la sartén con aceite de oliva. Al poco, añadimos un tomate hermoso o dos troceado y dejamos que vaya perdiendo agua. Salpimentamos y ponemos su punta de orégano y pimienta. Reservamos
Precalentamos el horno a 180ºC .
Mientra tanto, cortamos cuatro berenjenas longitudinalmente y en rodajas de
medio centímetro más o menos. Las ponemos en una sartén y le damos un calor,
que se vayan queriendo dorarse pero sin llegara a hacerlo.
Las ponemos en una fuente de horno y cubrimos con el tomate y compañía.
Va al horno durante unos treinta minutos.
Ahora puede cubrirse con queso de
cabra u oveja rallado y unas
nuececillas de mantequilla y
gratinar el conjunto. O podemos hacer raciones individuales y gratinarlas a
medida que se requiera reservando el resto.
(*) Estas pequeñas
maravillas rojas, crudas, no pican; pero picando carne y simiente y salteadas se
ponen bravas. Si no os gusta el picante, no las pongáis.
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