Hacemos o nos hacemos con una salsa de tomate bien suave; no
demasiado concentrada para que no cubra el sabor más delicado de las gambas.
Reservamos cierta cantidad que le
añadiremos a los animalillos.
Salteamos las cabezas de los
bichos, 250 gr ya peladas, y las
aplastamos para que suelten sus jugos. Este licor lo incorporaremos a la salsa
de tomate reservada. Desechamos las cabezas.
Peladas las colas, las salteamos breve en la sartén con aceite de oliva y láminas de ajo y
guindilla trinchada en la cantidad que apetezcamos.
Ahora las rociamos con un chorro de “ouzo”, Pastis o, en su
defecto, vermouth rojo. Evaporado el
alcohol añadimos la salsa de tomate, pimienta
negra y desmenuzamos en ella queso feta a nuestro albedrío. Dejamos
concentrar un poco y emplatamos.
Decoramnos el conjunto con más
feta desmenuzado y perejil fresco picado.
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