jueves, 19 de febrero de 2009

Bocadillo de jamón en pan con tomate y aceite de oliva virgen extra


 
Pan
Xamón cortado bien fino
Tomate para salsa bien maduro
Un poquito de sal gruesa
Aceite de oliva virgen extra
Es muy importante la calidad del pan, cuanto más integral sea, mejor. Hay que huir del pan excesivamente blanco porque nutritivamente no es sano.
Este pan lo abrimos al medio.El tomate debe estar maduro y ser de los de hacer salsa y no ensalada. Hay que cortarlo al medio y fregar el interior del pan con el él; desde el borde del pan al interior. El borde de la corteza raspa la carne del tomate y así es más fácil impregnar la superficie del pan.
Ya tenemos el pan impregnado de tomate; ahora le echamos (Si lo necesitamos, ¡ el jamón ya tiene sal!) unas arenitas de sal gorda.A continuación viene el aceite de oliva virgen extra. Le pondremos un chorrito generoso en cada mitad del pan, sin pasarnos; se repartirá mejor si fregamos las superficies, mojando una contra la otra para igualar el unte. El pan debe quedar bien impregnado sin que gotee.Es el momento de poner el jamón en la cantidad que consideremos razonable, sin excesos.Ahora se cierra y se come. Buen provecho.

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