Nos hacemos
con un buen hueso de jamón y un trozo
mediano de costilla de cerdo curada, del tamaño de un puño
aproximadamente.
Ponemos unos tres litros de agua a hervir.
Mientras tanto pelamos y cuarteamos cuatro
patatas pequeñas; rompemos las hojas verdes de una coliflor; limpiamos la parte
blanca de un puerro y trinchamos un cuarto de repollo; pelamos un tomate y, ya
puestos, lo despepitamos; despellejamos un par de zanahorias medianas y las
hacemos tronchos… Por añadidura despuntamos un medio kg. de judías verdes y las hacemos pedazos con un corte
oblicuo dándole elegancia a la mutilación vegetal. Con el mismo estilo,
liberamos de la semilla un calabacín después de darle un tajo longitudinal, en
cada mitad hacemos tres cortes largos más, dejándolos con planta de cuña; a
seguir los cortamos en cuñitas del tamaño de un dado.
A estas
alturas el agua hervirá. Va a la olla: jamón, costilla, y todas las hortalizas
y verduras a excepción de las judías verdes y el calabacín. Añadimos un buen chorro de AOVE y dejamos hervir
a fuego medio-bajo y vamos espumando un par de veces. Durante dos horas cocerá.
Pasado ese
tiempo, retiramos carnes y huesos y trituramos el contenido de la olla. Ahora
añadimos judías y calabacín. Dejamos que cueza una hora más no sin antes añadir
un buen toque de pimienta machacada y su
sal marina con moderación, acabaremos de ajustar al final de la cocedura.
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